que es el amor
¿Qué es realmente el amor y cómo llega?
Cuando sientes en el alma esa fuerza superior que te impulsa a querer el
bien del otro, puedes decir que has tocado el cielo
¿Por qué
hablo de poner un rostro al amor? Porque podremos intentar encontrar el amor en
miles de cosas, en posesiones y bienes, pero al final del día el amor nunca
será algo, siempre será “alguien”.
Por ser un
tema no tangible o abstracto es muy difícil hablar del amor y definirlo. Para
muchos es un mero sentimiento que tiene “swings” o cambios de acuerdo con el
estado de ánimo. Es decir, que se dejan llevar meramente por lo que van
sintiendo, por sus emociones: hoy te quiero, quizá mañana te quiero
menos. ¡Ah! Pero como hoy amanecí bien y de buenas siento que te quiero más.
Para otros
el amor son esas cosquillas que proceden del corazón y que les hace sentir
“bonito”. Es esa descarga de adrenalina que sale del pecho y saca suspirillos
cada 5 segundos. Sentir, sentir, sentir… Y así se les puede ir la vida
sin tomar conciencia de este maravilloso tesoro que tienen en sus manos.
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Amar el amor
Para poder
entender mejor lo que es el amor, comencemos por entender lo que el amor no es.
El amor no es egoísmo ni soberbia; no se alegra con la desgracia ajena
ni pide venganza cuando se le ofende. El amor no guarda rencores ni lleva
cuentas de las faltas. El amor no entiende de límites ni de ataduras y no
humilla para engrandecerse ni traiciona.
El amor no
busca ser servido, sino servir. El amor no conoce de condiciones y acepta
al amado tal como es. El amor no es una mera atracción física ni sexual.
Y al
contrario de lo que la gran mayoría piensa, el amor no es un sentimiento
sino un acto de la voluntad que no tiene nada que ver con sentir, sino que
el “querer”. Y no hablo de un querer sensible, sino de accionar a la voluntad.
El amor es
un valor universal lo que quiere decir que por el simple hecho de haber sido
creados por amor (por Dios) y para el amor todos tenemos el derecho divino de
ser amados y aún más gratificante, de amar, de trascender y dejar huella en los
demás por medio de este milagroso acto de la voluntad.
El amor es
el milagro de la vida, una capacidad que, como está incluida la voluntad y la
libertad para accionarla, solo los humanos podemos experimentar en plenitud.
¿Qué es?
Dime cómo
amas y te diré cómo es tu interior porque a
una persona realmente se le conoce por su forma de amar, por su capacidad de
entrega en el amor.
¡Es una
delicia amar, es un gozo y un privilegio! Es derecho y obligación de todos,
facultad solo de unos cuantos porque el amor es una elección y hay
muchos que han elegido no amar y hasta han llegado a la tumba sin advertir en
su totalidad este don.
El amor es un
verbo en gerundio, te estoy amando. Esto quiere decir que amar es -lo
repito-, un acto libre de la voluntad renovable. En otras palabras, decido
amarte todos los días, de manera activa y por sobre cualquier circunstancia que
la vida me presente, sin importar si lo sienta o no.
Es poner a
mi mente y a mi corazón de acuerdo, convenciendo a mi voluntad para que trabaje
y la dirijo hacia esa persona a la que yo quiero y elijo amar diariamente.

¿Quién es?
El amor
tiene muchas caras y llega de muchísimas maneras: en el enfermo que visitas, en el anciano que escuchas con paciencia,
en el mendigo que ayudas en la esquina, en el obrero al que tratas con la
dignidad que merece, en el hermano al que le soportas su temperamento iracundo,
en la amiga a la que sirves, aunque te estés muriendo de cansancio, en aquel
que consuelas, aunque tú estés más triste que él, en el hijo al que con amor
corriges, en el cónyuge cuyos defectos toleras con serenidad; en el perdón que
ofreces y otorgas.
El amor
muchas veces no se “ve” y no se “siente” bonito y eso no quiere decir que no
sea verdadero amor. Así es, a veces el amor duele. Tan solo
ponle al amor la cara de un hijo enfermo o la de tu esposo agonizando. Aquí el
amor duele y mucho.
Parece difícil de entender, mas no lo es. Sencillamente es decidir querer y punto.
Parece difícil de entender, mas no lo es. Sencillamente es decidir querer y punto.
Amar es tener
la fortaleza de vencer todo obstáculo que pudiera impedir experimentar este
misterioso estado. Es soltar todo de manera libre y consciente sin ir en
busca de nada.
Amar es
darlo todo por el todo. Es aceptar, crecer, reconocer errores y perdonar.
Un sinfín de cualidades encierra la palabra amor, pero sin duda alguna amar es
vivir.
Cuando se
llega a experimentar esa sensación de amar, cuando sientes en el alma esa
fuerza superior que te impulsa a querer el bien del otro, es de los regalos más
grandes que te puede dar la vida y hasta puedes decir que has tocado el
cielo pues te produce una felicidad inexplicable.
Hay muchas
clases de amor y aún muchas más personas a quien amar. Con la certeza de que el
amor proviene de una fuente inagotable, valdría la pena no limitarnos y
darlo sin medida. Eso sí, por prioridades y tomando en cuenta un
sentimiento o actitud de vida muy importante: la gratitud.
Si dices la
palabra “gracias” desde el fondo de tu corazón, ¿quién se te viene a la mente?
A mí, Dios. Por eso, en mi vida, Dios es el principal de los amores.
Después de este gran amor, vienen los demás. Cuando el amor se entrega de
manera ordenada, este genera paz y sosiego en el alma.
Un verdadero
amor no se conoce por lo que pide, sino por lo que ofrece. Nacimos para amar y
servir. Cuando nos amamos a nosotros mismos reconociendo nuestra dignidad y
valor como personas salimos del ego hacia el servicio pensando en los
demás antes que en nosotros mismos.
Solo amando
y sirviendo llegaremos a comprender y a amar en plenitud a Dios que habita en
nosotros, a la vida y todo cuanto existe. Aun aquellos eventos dolorosos que
parecieran no tener sentido alguno, toman forma. El amor permite que el
dolor se desprenda del alma, dejándonos más libres, más sabios y agradecidos.
Tú tienes el
poder más fuerte dentro de ti y ese es el poder amar. ¡No lo desperdicies ni lo
des por hecho! Recuerda que el amor es lo único que se multiplica cuando se
reparte.
Ahora te
hago la misma pregunta que al comienzo que te hice: si le pudieras poner cara
al amor, ¿qué rostro le pondrías? ¡Venga! Ama, ama, ama… Porque la medida del
amor es amar sin medida.
Existen 6 tipos de amor
según la psicología ¿Cuál es tu forma de amar?
El amor
puede definirse de múltiples maneras según los expertos
«El amor es
el amor». Pero no todas las personas saben expresarlo de la misma manera o lo
sienten con la misma intensidad. Lo que para uno puede ser amor verdadero, el
otro puede interpretarlo como simple capricho pasajero. Es por ello que la
psicología define a los diferentes tipos de amor según el lenguaje corporal y
el comportamiento de la persona.
Tal vez en
este momento te sientas enamorado o enamorada de tu pareja; pero ¿has pensado
qué tipo de amor es el que sientes? A veces, sin conocer ninguna teoría
psicológica, podemos notar cómo el amor que sentimos por nuestra pareja va
mutando a través de los años. Hace 20 años que estoy con quien hoy es mi
marido, y puedo asegurar que he pasado casi todas las etapas de las formas de amor que propone el Sociólogo e
investigador John Alan Lee.
Los tipos de amor
1. El amor romántico y pasional
2. Muchas parejas experimentan este tipo de amor
cuando aseguran haberse enamorado «a primera vista», pues tiene que ver con la
intensidad de la atracción física y pasional por el otro. La pareja vive su
relación de forma intensa, y la centra principalmente en el romance y en las
relaciones físicas y sexuales, aunque la atracción mental tiene mucho peso
también. El romance y lo erótico sobresale y está a flor de piel, rasgos que
muchas veces suelen «tapar» otras características de las personas que se
descubren más tarde. Es un amor donde hay una conexión física inmediata, y se
da cuando ambos miembros tienen «química».
2. El amor lúdico
La pareja
que vive un amor lúdico lo vive sin ataduras ni compromisos, y busca sobre
todas las cosas las aventuras y la diversión. Se mantienen en la relación hasta
que se aburren y, generalmente cuando ello sucede, van en búsqueda de un nuevo
amor. La atracción física juega un papel importante, pero las personas que
prefieren vivir un amor lúdico buscarán siempre la aventura de lo nuevo. Por lo
general, estas personas suelen no ser maduras emocionalmente y procuran no
involucrarse demasiado afectivamente en la relación.
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3. El amor amistoso y leal
En este tipo
de amor, lo emocional está en primer plano. Está basado en la lealtad, la
amistad y el compañerismo. Es el amor que crece poco a poco y se cimienta sobre
fuertes bases. La relación se mantiene por el entendimiento mutuo y la
necesidad de disfrutar de la compañía de la otra persona y las relaciones
sexuales pasan a segundo plano, así como las demostraciones de pasión intensa.
Es el amor maduro y comprometido de las relaciones duraderas.
4. El amor maniático
Es una
combinación del amor lúdico y el pasional, donde hay dependencia emocional
obsesiva. Es un amor obsesivo que surge generalmente en las personas de baja
autoestima que necesitan sentirse amadas. Este amor está basado en los celos y
en la posesión, y las personas que sienten esta clase de amor suelen ser muy posesivos
y celosos, y debido a las conductas exacerbadas para demostrar afecto, las
relaciones pueden terminar siendo violentas.
5. El amor pragmático
Es la
combinación del amor lúdico con el amor amistoso. El sentido práctico es la base
de este amor, donde la pareja buscan intereses en común y abordan el amor desde
un sentido realista y práctico. Por lo general, es un amor donde la pareja
tiene los mismos intereses, mismos gustos, misma clase social, etc. Es una
forma racional de abordar al amor, pues los amantes pragmáticos buscan
cualidades bien definidas en su pareja y saben lo que están buscando. La
compatibilidad es la base de este amor.
6. El amor desinteresado
Es la
combinación del amor romántico con el amistoso y leal. Es un tipo de amor
altruista y desinteresado, donde la persona daría cualquier cosa por su pareja,
y se basa en un compromiso inquebrantable, pues es un amor gentil y fraternal,
basado en el compromiso y el altruismo. No hay celos ni se busca la
reciprocidad, pues la base es el bienestar del otro.
¿Sólo un amor?
Este detalle
de los tipos de amor sirven tan sólo como guía, pues todas las personas pueden
experimentar uno o varios tipos de amor a lo largo de su vida y de una misma
relación. La gran cantidad de emociones que puede experimentar una persona en
una relación con otra no pueden traducirse en meras palabras, pero sí se puede
tener una aproximación de lo que puede llegar a ser.
Ok.
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